enlas guerrillas como tábanos, y tu ancho nombre herido por soldados. ilumina la noche americana. como una estrella súbita, caída. en medio de una orgía. Tú lo sabías, Guevara, pero no lo dijiste por modestia, por no hablar de ti mismo, Che Comandante,
busco ¿De quién sería? ¿Será de aquella isla escapada del mapa, que pasó por mi lado vestida de muchacha, con espumas al cuello, traje verde y un gran salpicarAseguranque tenía premoniciones. Murió muy joven, a los 38 años, y es difícil comprobar este tema. Pero leyendo este fragmento de Poeta en Nueva York, escrito en 1929, parece que Lorca